jueves, 29 de marzo de 2007

Rutina y alguna cosa más

Hoy he llegado a casa y me he encontrado con la noticia de que mañana después de comer nos vamos a otro "condo", esta vez junto a un lago. No sé si querían hundirme realmente o se debe sólo a una falta de estrategia de marketing pero han empezado a decirme que lo más probable es que llueva, que no haremos ninguna excursión, que el paisaje no es bonito, que nos pasaremos todo el día descansando y que el único motivo para ir es que hay aguas termales... en fin, que los que me conozcáis sabéis lo mucho que me va el no hacer nada...:-s En fin, me llevaré las deportivas para dar vueltas al lago y el ordenador para ir escribiendo la crónica y trabajar el fin de semana, que normalmente reservo para hacer salidas, y cambiarlo por un lunes o martes libre para salir a dar una vuelta por Seúl. Asi pues, lo más probable es que el lunes no os encontréis con las ya tradicionales fotos de algún lugar perdido de Seúl -espero poder hacerlo, como muy tarde, el miércoles- y sí, en cambio, con nuevas experiencias en un "condo".
En cuanto a novedades, no muchas esta semana, la verdad. Llueve desde hace tres días (aquí las estaciones son como en los cuentos: invierno muy frío y con nieve; la primavera, con lluvia y con la ciudad llena de flores; el verano muy cálido; y el otoño multicolor), empiezo a entender algo más en las clases de coreano (foto inferior; por cierto, la cabeza que sale al lado de Heiko, el alemán, soy yo -a la profe no se le ocurrió otro sitio donde ponerse tras explciar como funcionaba su cámara, que delante mío...-) y hoy he recibido una llamada que me ha hecho mucha ilusión: Ana, la esposa de un amigo del equipo de fútbol, está de viaje de negocios en Seúl. La verdad es que casi va a ser imposible que nos veamos -se va mañana y en los viajes de negocios uno va de culo- pero, la verdad, me ha alegrado mucho descolgar el teléfono y oir que pronunciaban bien mi nombre:-)!
Lo que si os puedo contar, es la ruta gastronómica que me he montado esta semana. El lunes, comí sangejuk, una especie de porridge con arroz, pollo y ginseng; el martes, bossam, carne de cerdo que se hace a la plancha y se come con kimchi (si hay a la vuelta algún voluntario inconsciente, esto creo que lo sabré hacer); ayer, kimchichigue (kimchi cocido con carne y otros vegetales) y galbi chim (costillas de ternera estofadas); y hoy, chukkumibolbab, arroz mezclado con picante, pulpitos y cebolla. Vamos, que compenso la soledad de las comidas con la variedad y la aventura de pedir, en muchas ocasiones, cosas que no sé ni siquiera qué son (en muchos restaurantes, especialmente al mediodía, la carta es muy limitada, estando cada restaurante especializado en algún plato en concreto).
Así pues, así discurre mi rutina... sin embargo, las crónicas de la semana que viene, entre condo, salida por Seúl, Pascua (por cierto, aquí no hay fiesta de Semana Santa),... prometen ser más movidas. Hasta entonces, ¡un abrazo para todos!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Eso si que es un buen regateo de cabeza!

Anónimo dijo...

Hay que sacar lo bueno de donde sea. Seguro que el lago no esta contaminado y hasta es azul....Ma y Pa