Cada estación tiene varias salidas (más de 10, normalmente), y ello obedece a que bajo tierra existe una auténtica ciudad. Por ello, al quedar con alguien, siempre se ha de especificar en qué número de salida se queda. En la mayor parte de estaciones importantes, hay supermercados (de hecho, para ir al súper, yo voy al de la estación de al lado de casa) así como lavabos públicos, numerosas tiendas, agencias de viaje,… vamos, auténticos grandes almacenes. En general las instalaciones están bastante limpias, sin que haya visto aun pintadas en las paredes (tampoco las he visto en la calle… si bien la gran cantidad de carteles y anuncios que ponen en las fachadas dejan poco espacio…).
El sistema de pago exige, como en Londres, hacer check in y check out. Que se tenía que introducir el billete también a la salida lo averigüé al cerrárseme las puertas de golpe el primer día. Aun no he visto a nadie que se cuele. Aparte del billete general, existe la posibilidad de comprar la T-Card, que es recargable en numerosos establecimientos, además de en las taquillas del metro, y que sólo ha de pasarse por encima de un sensor para que te descuente el importe (rebajado) del billete. Es frecuente ver a personas que pasan la cartera por encima del sensor e, incluso, estudiantes que se giran, poniendo la mochila encima de aquél, para que las puertas se abran. Un buen invento; vamos, que podrían ponerlo, por decir algo, en el nuevo metro que están construyendo en Mallorca…
En cuanto a los trenes, uno se puede encontrar desde algunos vagones que piden a gritos la jubilación a otros que son novísimos y tienen varios monitores en el techo. Dentro de los vagones suele haber bastante silencio, a pesar de que, en horas punta, la aglomeración de gente es considerable (si bien aquí no he visto imágenes de congestión como las que nos llegan de Japón). Existe la costumbre de dejar los periódicos que uno ha leído en el portamaletas superior para que los demás viajeros puedan leerlo también. Los jóvenes, como en Barcelona, van frecuentemente equipados con un Ipod o juegan con el móvil (existe cobertura en todas las líneas). Resulta curioso ver a bastante gente que lleva máscaras (algunos incluso llevan guantes) para protegerse, supongo, de los gérmenes -eso sí, he visto a más de uno paseando por la calle con la mascarilla bajada y fumándose un cigarro (si pillo a alguno, le echo una foto)-. Siguiendo en la línea de civismo generalizado, los jóvenes ceden sus asientos a las personas de avanzada edad, embarazadas,… estén sentados en la zona reservada para aquéllos o en un asiento común. Incluso, he visto a niños y jóvenes cediendo su asiento a personas mayores que ellos pero que no encajaban en ninguna de las categorías anteriores (ancianidad, invalidez,…). Siendo esto algo a priori positivo, a mi padre no le hizo tanta gracia…
Por cierto, ahí va un anuncio del metro, con un héroe nacional como protagonista.
Hablando de mi padre, parte mañana a mediodía hacia Barcelona. Nunca sabrá suficientemente lo que le agradezco el que me haya acompañado; ha hecho que cuestiones que hubiera tardado una semana en resolver se solucionaran en pocos días; me ha hecho de intérprete en instituciones y restaurantes; y, además, lo hemos pasado genial. Le voy a echar de menos. Pero bueno, no me van a dejar mucho tiempo para la nostalgia ya que el fin de semana estaré en el sur de Corea (salgo mañana viernes de madrugada hacia Busan –en avión-) y volveré el lunes por la noche (el lunes también es festivo, al ser el día de año nuevo). He de aprovechar, que a partir del martes la única luz que veré durante muchos días será la de la biblioteca. Así pues, cuidaros mucho, feliz año y ¡hasta el martes!
11 comentarios:
¡FELIZ AÑO NUEVO DEL CERDITO!
Nata
Esperamos con delirio un próximo post sobre los cementerios de Seúl: estoy disfrutandoa tope con este Curso de Cultura Coreana (CCC), pero no te olvides que los estadios de fútbol son tan importantes como los mercados y el metro).
Papa Johns Anthony
Better ingredients, better pizza
Pero el Hiddink, ¿por qué se pone auriculares para comer pizza? ¿O es que está anunciando dos cosas a la vez?
Ah, y en este CCC, me interesa también el tema de las enfermedades: tiene connotaciones personales, he vuelto a ser atacado por la gripe a-ciática :-p
Hola Alvaro, qué bien te lo estás pasando, esta gente tan civilizada y educada recuerdan un poco a los japoneses ¿no hay bandas juveniles ni mendigos ni músicos en el metro? Y la seguridad, es igual en todos los barrios?
Besos de la tieta.
Buena apreciación, tieta. De hecho, se me pasó comentar que los mendigos (que los hay) suelen estar en las estaciones, no dentro del metro. Dentro de los vagones, solo he visto a un par (invidentes que se cuelgan una radio al cuello y van paseando por el vagón). Lo que sí hay en los vagones son muchos vendedores ambulantes de productos tontos estilo teletienda. Así que recuerde, uno vendía los greatest hits de musica disco de los 70 y otro un "cierra tetrabricks". Besos!
Pues oye, hablando de vendedores ambulantes, si encuentras una falsificación de rolex de señora con brillantitos, te agradecería el detalle. Me puedo esperar hasta mayo, je, je.
Besos. Tieta.
Yo quiero otro jajajja. Hola tieta!! Un besito!!!
Hola desde Son Moix, Mallorca Airport.
Que buenas ideas tienen los coreanos. Lo he comentado con mi jefe y el cliente y vamos a implantar la tarjeta sin contacto Mifare 1K en el Metro de Palma y transportes consorciados. Para bien o para mal tendras noticias al repecto...
Cuidate güey!
Álvaro, genial tu blog. Al final nos vamos a convertir en grandes coreanófilos (se dice así?). Ya que hablas de metros, el otro día estuve en Bruselas y tuve que cogerlo en hora punta. No había visto nada más cutre en mi vida, iba la gente como sardinas en lata.
Espero que te haya ido muy bien en Busan y feliz año nuevo!!
Feliç Any Pourc
Jucasel: luego son ellos los que se llevan la fama de copiar...:-p
Jorge: Feliz año nuevo a ti también!
Charlie: oink.
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