sábado, 24 de febrero de 2007

Un buen día

Hoy ha sido un buen día. Me he levantado relativamente tarde (a las 8), he salido a correr 20 minutos (me están entrando remordimientos de conciencia después de tanto restaurante...), me he preparado un café y me he ido a la biblioteca a aprovechar la mañana. Sobre las 13:15, me he ido a comer; estando Myeongdong cerca de la biblioteca de la Korea Foundation, me he acercado y me he metido en un restaurante vietnamita en el que me he zampado un plato de fideos que más que compensaba los 20 mnutos de deporte matutinos...

Al acabar de comer, me he ido a coger el metro, ya que a las 15hs había quedado con mi prima para visitar el Museo Nacional de Corea. Sin embargo, me he metido en el metro, y me he encontrado con la siguiente imagen.
Ya os anticipé en el post titulado "metro" que bajo tierra hay un auténtico submundo. Pues bien, en la parada de Myeogdong, además, el submundo es de lujo. Como iba con tiempo, me he puesto a pasear y he acabado dentro de una superficie enorme, abarrotada de gente, llena de restaurantes de todo tipo: era la zona de restauración de los almacenes Lotte. He subido a la planta de cosméticos y, al fin, he encontrado desodorante (llevaba varios días buscando y no los venden en supermercados, al no ser aquí un producto de uso diario), a precio de oro. Al bajar otra vez a la planta de restauración para coger el metro, he tenido que pedir ayuda para orientarme porque entre tanta gente y puestos no había quien se aclarara... es para verlo.

Mi prima es muy puntual, así que hemos tenido toda la tarde para ver el MNAC:-p. Está situado junto a una base militar americana (de hecho, un Black Hawk nos ha sobevolado mientras no-comprábamos -día del visitante:-)-) la entrada y lo trasladaron a su actual emplazamiento recientemente, al dejar parte del campamento vacío las tropas norteamericanas que, por cierto, en pocos años dejarán de tener presencia militar -al menos, físicamente- en Corea. El museo en sí es muy grande, por lo que pretender verlo todo era imposible, pero sí me ha gustado que, contrariamente a lo que pasa en muchos museos occidentales, aquí las artes se mezclan con la historia, ofreciéndose explicaciones acerca del momento histórico al que pertenecieron cada uno de los objetos, pinturas, cerámicas,... y la función que cumplían en su momento.

Me han impresionado particularmente las cerámicas de los primeros años del reino de Silla, de un tono verde suave, y en las que las imágenes y motivos que en ellas aparecen no eran pintadas, sino que se conseguían mediante incrustaciones de barros de otros colores. Ahí van algunas imágenes.

Al salir del museo, hemos ido a cenar a un restuarante tradicional coreano y, para variar, me he puesto las botas: en un momento he contado 23 platos (sin contar el bol de arroz) diferentes sobre la mesa... Otra vez, os he de escribir un post sobre la comida aquí: de mañana no pasa. ¡Nos vemos!

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena por el desodorante! Ahora entiendo lo del año del cerdo...besitos!

Anónimo dijo...

Que el desodorante no es un producto de uso habitual :O :(

Como que me estoy replanteando el viaje a Corea ;)

Besos (distintos de los de Chiara, claro está)

Anónimo dijo...

!Coréanos esos platos!

Álvaro dijo...

De momento, como hace frío, no he pillado ninguna axila cantante a mi lado en el metro... a ver si en mayo os puedo decir lo mismo!

Anónimo dijo...

Con esa pinta que tiene el metro estoy por volverme lombriz!!

Anónimo dijo...

Hola, las comidas son de lo más sugerente, aunque ya sabes que yo siempre me peleo con los ajos y los picantes, pero he descubierto una tienda en la calle Rocafort que tienen un montón de cosas, algas nori, gengibre macerado buenísimo, pescado seco de varias clases (de ese no me he atrevido a comprar porque no sabía cual) y bastantes cosas coreanas pero no recuerdo los nombres. Ya los apuntaré para decirtelos el proximo día que vaya. Procuraré ir con tu madre o si viene, con Chiara.
Besos. Tieta.