Se me había olvidado comentároslo pero una de las visitas ineludibles durante estancia en otro país es el lavabo, letrina, váter. La verdad es que sé que me la juego, conociendo al percal, escribiendo este post… pero bueno, ahí voy. En general, funcionan igual que en España, con su cadena o palanca para la cisterna. Sin embargo, en un gran número de establecimientos, y también en casa de mi tía, el trono es de alta tecnología y lleva incorporado el bidé. Aparentemente estos váteres son iguales que los comunes pero cuentan con varios botones de botones (en cuantía variable, según la sofisticación del modelo) mediante los cuales se accionan diversos dispositivos.
A los que hayáis estado en EEUU, lo que os he comentado hasta aquí no os habrá parecido extraño… pero, sin embargo, mi problema llegó el día en que, en casa, falto de medios tradicionales de limpieza, no me quedó más remedio que emplear el lavabo high-tech… y los botones estaban señalizados sólo en coreano (y sólo entendía lo que ponía en uno de los botones –“masaje”‑, y no me preguntéis lo que es, porque ese no lo apreté). Bueno, empecé a darle a los botoncillos y el tema comenzó mal, al pulsar el “modo secadora”. Así pues, no me quedó más remedio que seguir apretando… hasta que encontré el botón que soltaba el “chorrito”. Podían escogerse el grado de inclinación y de intensidad de disparo, así como la temperatura del agua. El artilugio en sí es ingenioso… pero tras esa traumática experiencia ahora siempre hay varios rollos de papel en el cuarto de baño de casa. Espero que no me pregunten por qué…
PD: Para vuestra tranquilidad, sabed que en los hoteles los botones están en inglés… tal y como os lo demuestra la foto del lavabo del Hotel Lotte (y no, no usé un filtro amarillo para esa foto… ¡es que no encontré el botón de la cadena!).
A los que hayáis estado en EEUU, lo que os he comentado hasta aquí no os habrá parecido extraño… pero, sin embargo, mi problema llegó el día en que, en casa, falto de medios tradicionales de limpieza, no me quedó más remedio que emplear el lavabo high-tech… y los botones estaban señalizados sólo en coreano (y sólo entendía lo que ponía en uno de los botones –“masaje”‑, y no me preguntéis lo que es, porque ese no lo apreté). Bueno, empecé a darle a los botoncillos y el tema comenzó mal, al pulsar el “modo secadora”. Así pues, no me quedó más remedio que seguir apretando… hasta que encontré el botón que soltaba el “chorrito”. Podían escogerse el grado de inclinación y de intensidad de disparo, así como la temperatura del agua. El artilugio en sí es ingenioso… pero tras esa traumática experiencia ahora siempre hay varios rollos de papel en el cuarto de baño de casa. Espero que no me pregunten por qué…
PD: Para vuestra tranquilidad, sabed que en los hoteles los botones están en inglés… tal y como os lo demuestra la foto del lavabo del Hotel Lotte (y no, no usé un filtro amarillo para esa foto… ¡es que no encontré el botón de la cadena!).
6 comentarios:
Eres un provocador... :-p
No quiero ni imaginarme cómo deben ser los retretes de los aseos en los aviones coreanos...¡como para que se abra la compuerta de succión-expulsión queriendo apretar la temperatura del agua!
Lo de la cadena debe ser como el Hotel Casa Fuster de aquí, que después de 1 hora de buscar, te largas pensando ahí se queda y resulta que la cadena se dispara cuando cierras la puerta, ahí queda eso de xulo. Muchas gracias por tu postal del Seul nocturno, sino fuera porque el vestido de tu hermana me está arruinando, no te escapabas de una visita....
Tieta.
Charlie, viciosillo, no te hagas ilusiones...;-p!!!
jolines alvaro, traete un lavabo de esos para mi, seguro que se acaban mis problemas de estreñimiento
tinho.
En los países árabes también usan un chorrito de agua hacia arriba para limpiarse en lugar de papel, pero es más elemental y solamente hay un botón.
Madrina
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